Es una novela ligera y entretenida, para pasar el rato. Los personajes embelesan y la trama te atrapa, pero no es una obra de arte.
Toda la historia se basa en la capacidad del amor para arreglar lo que el pasado rompió en nuestro interior. Pero yo sé que eso no es real. Porque, ¿de quién estás enamorad@?, ¿de la persona rota que es en realidad, o de quien tú crees que puede llegar a ser cuando l@ "arregles"?
Es cada cual quien tiene que vencer a los demonios de su pasado. No encontramos a nuestra media naranja, cuando somos una persona completa encontramos a alguien con quien queramos compartir la vida, no a alguien que tenga las características que nos faltan. Nadie cambia por otra persona, puede llegar a fingir que ha cambiado por un tiempo, pero no es permanente. O, al menos, es tan permanente como el amor lo es.
"Las personas no cambian, encuentran una razón para ser quienes realmente son o se cansan de fingir ser lo que no son en realidad."
Así que si bien la novela no ha estado mal, esa diferencia de forma de pensar es lo que no ha convencido.
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