lunes, 16 de septiembre de 2013

Pushing the Limits

A veces la vida da vuelcos imprevistos, cambios tan radicales que todas las ideas de lo que era vivir que habíamos tenido por seguras hasta el momento, cambian.

Un solo momento puede determinar el futuro de una existencia completa, Echo y Noah lo saben.

Una historia emotiva y emocionante. No es el típico romance y no son los típicos incomprendidos. En Pushing the Limits vemos dos personas luchadoras que se encuentran en una etapa en la que necesitan un hombro en el que apoyarse.

Al principio no parecía que la cosa fuera a despegar. Todo era bastante opaco, por decirlo de alguna manera. El misterio de su pasado estaba por descubrir, así como la dirección que tomaría su inminente futuro.

Yo, personalmente, prefiero los libros en los que la parte jugosa es el nudo y no el desenlace. El final ha sido la mejor parte, sin duda alguna. Sinceramente, me he pasado toda la novela sabiendo qué era lo correcto, no sabía si acabaría así, y ha habido más de una sorpresa, pero ha sido más la conclusión argumental que otra cosa. Digamos que toda la novela te estaba dirigiendo a ese punto, y tú ya lo sabías.

Pero por ese final lo perdonaría casi todo. Cuando una autora me hace llorar es que realmente ha pasado a otro nivel.

Para crear expectación y tensión los autores suelen recurrir a sucesos bastante extremos. Y si bien cumplen su función, tienen efectos secundarios, y negativos, sobre el lector. Y es que éste pierde parte de la fe que tenía depositada en los personajes. Katie, sin embargo, lo hace a la inversa. Usa las peores experiencias para afianzar esa esperanza que tenemos y crea la tensión de otras maneras. Lo que me ha gustado mucho.

Así como la historia no era del tipo que me convencen, Katie ha logrado mantener mi atención y hacer que disfrutara de ella como otras novelas no lo consiguen.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Forgotten

Una novela original, romántica, imaginativa y muy dulce. Cat nos desvela una realidad completamente diferente a la que vivimos cada día, una historia tan llena de emoción y humanidad como fantástica es.

London se despierta cada día y lee las notas que ella misma se dejó el día anterior. No puede recordar su pasado. Ella es diferente, especial, y en vez de recordar hacia atrás, lo hace hacia delante. En efecto, sus recuerdos aún están por ocurrir, lo que guarda su memoria es su futuro.

La de London es una historia de amor como otra cualquiera. Pero, ¿cómo mantener una relación cuando despiertas cada mañana sin recordar a tu novio?, ¿como si cada día fuera el primero que pasas junto a él? ¿Qué hacer cuando tu memoria del futuro está incompleta?, ¿cuando tiene lagunas?

En este sentido creo que la novela está muy bien desarrollada. Así como se basa en algo ficticio como centro de anclaje, todas las referencias que hace a situaciones mundanas le da un realismo insospechado que creo es la verdadera chispa de la novela.

En cuanto a la trama, está bastante bien dirigida. Los sucesos están adecuadamente ordenados para que no perdamos la intriga en ningún momento. No querrás parar de leer.

La protagonista es humana, no es la típica chica valiente, testaruda o decidida. Es más bien introvertida y tímida; características desarrolladas gracias a su inusual trastorno de memoria. Pero tampoco es de las que titubean cuando tienen que hablar con alguien, de las que intentan pasar desapercibidas porque no saben relacionarse. En su caso, es simplemente que hacer amigos, sino imposible, es más bien improbable.

Aún y todo, tiene una mejor amiga, Jamie; y su madre, que son su apoyo. Pero Forgotten se centra más que nada en su relación con Luke y a lo que todo eso conduce.

Me hubiese gustado, eso sí, que el final fuera un poco más cerrado. Cat nos deja entrever lo que sucederá, pero sin decirlo directamente. Ojalá hubiera una segunda entrega... Pero hasta el momento no tengo ningún indicio de ello.

He disfrutado mucho de él, a pesar de que luego el final no me haya dejado del todo satisfecha.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Stealing Harper


En esta segunda entrega de Taking Chances es Chase el que nos narra su historia de amor con Harper.

Así como dije que la primera entrega era impredecible y sorprendente, no puedo decir lo mismo de la segunda. Ya que es la misma historia, los mismos hechos, pero contados desde la perspectiva de otro de los protagonistas.

El estilo literario me ha parecido muy similar al del primero también. A pesar de que el narrador era del género masculino, no como la vez anterior, él seguía expresándose con soltura y profundidad. Algo a lo que no acostumbran a hacer los hombres.

Ésto también nos ayuda a conectar emocionalmente con el protagonista y a descubrir lo que la primera entrega no nos desvelaba. Que es, en esencia, el propósito de la novela.

Propósito que se cumple. Personalmente, por fin he conseguido comprender algunos asuntos que no me habían quedado del todo claros en el primer libro. Puede que por la falta de perspectiva más que por la falta de explicación.

Así como la trama tiene poco que desvelarnos en cuanto a hechos, es sorprendente conocer lo que sucedió cuando no mirábamos, por decirlo de alguna forma. Esos diálogos ocultos a nuestro ojos que tenían más importancia de la que aparentan en las decisiones finales de los protagonistas.

Decir, también, que esta segunda novela es mucho más corta que su predecesora. Por una parte, este co-protagonista debía compartir escena con otros dos, y por otra, nada de lo que se narra en Stealing Harper se sale del tema de lo que ocurrió en el primer libro.

Con todo, no he podido evitar que un sentimiento de impotencia e inevitabilidad me embargara de tanto en tanto. (Aquellos que hayan leído Taking Chances lo entenderán).

Una entrega imprescindible para los seguidores de esta saga.

sábado, 7 de septiembre de 2013

R y Julie

R no es el típico zombie, y su historia no es tópica tampoco. Leí en alguna reseña que ésta era la novela ideal para quien pensara que no le gustaban los libros sobre zombies, y así ha sido.

R y Julie viven en un mundo destrozado, donde lo único que queda son esperanza y sueños rotos. Pero, ¿qué es el futuro sino lo que nosotros mismos nos labramos?

A pesar del género, R y Julie es una novela romántica y profunda. Cada página está repleta de reflexiones y en cada acto hay una dulzura insospechada.

Además, Isaac mantiene la tensión durante toda la novela, haciendo que nos preguntemos una y otra vez si lo lograrán, si llegarán hasta el final y si cumplirán sus sueños y objetivos.

La novela está estructurada en tres partes: Querer, Aceptar y Vivir. Y así es como se desarrolla también la historia. Haciéndonos partícipes de  la evolución y crecimiento de los protagonistas.

Sinceramente, el final no ha sido la mejor parte de la novela, pero tampoco he podido imaginar ninguno más adecuado. A más novelas le harían falta finales como este.

Isaac me ha sorprendido con una novela muy diferente a lo que se podría esperar de ella. Si bien al principio lo que me echó para atrás fue el tema, no hay más que empezar a leerlo para darse cuenta de que no es lo que parece.

A propósito, me encanta el título. Creo que es el idóneo, ya que deja translucir la esencia romántica sin perder la originalidad del género paranormal.

R y Julie es una novela profunda que te sorprenderá en más de un sentido.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Fue un beso tonto

Muchas veces nos dicen que los imposibles no existen. Pero ante hechos improbables, puede que todo nuestro esfuerzo sea requerido.

"Un neurocirujano adinerado de clase alta, culto y poseedor de una gran fortuna y una joven inspectora de policía de clase media, que no cree en el amor y además es algo mal hablada. ¿Cómo podría yo hacer para que dos personas tan dispares se enamoraran?" - Megan

Es una lectura fresca y divertida. Desde el primer momento son los personajes los que dirigen la historia y los que desencadenan los sucesos.

La forma de entretejer y dirigir la trama de Megan me ha parecido muy inteligente. No hace falta que cada nuevo capítulo nos sorprenda, pero tampoco se puede dejar que sea predecible.

Muchas veces nos encontramos con autores que fuerzan la historia. Autores que no saben mantenerse en los momentos buenos sin caer directamente, para mantener la tensión, se supone. Pero creo que ésto ha de hacerse de una manera más natural. En este sentido, Megan lo ha hecho de fábula.

En cuanto a los personajes, no tengo queja. Son divertidos, algo alocados y originales. Se compenetran entre ellos a la perfección y sus interacciones son naturales, como la vida misma.

Incluso los secundarios tienen sus momentos (o capítulos) de gloria. Su presencia es indispensable para toda la novela, lo que le da una vivacidad y dinamismo que de otro modo no tendría.

Además, me ha gustado el modo en el que Megan traía al presente de la narración pequeños detalles del pasado. Haciendo que cobraran importancia al final, sin que al principio nos percatáramos. No cualquier autor lo logra, todo hay que decirlo.

Momentos divertidos, de tensión, sorprendentes, de soledad... Fue un beso tonto es una novela como otras, pero con ese punto chispeante de originalidad. Ese toque de realidad que hace que nuestros corazones se agiten y empaticen con los protagonistas.

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