Después del final de Los 100 no pude resistirme a comprar su segunda parte en cuanto lo vi en la librería. Sé que se han adaptado a una serie, pero yo no la he visto. De momento, los libros ya me tienen lo suficientemente enganchada.
En este libro es cuando realmente se desarrollan los problemas, tanto para Los 100 en La Tierra, como para los residentes de la nave.
Los cien tienen sus primeros contactos con los terrícolas, aunque estos no son en su mayoría amistosos. Aún dudan de si los niveles de radiación son mortales, y que el número de supervivientes disminuya no es nada tranquilizador.
Por otra parte, en la nave ya se están tomando medidas drásticas. Las puertas a Walden y Arcadia han sido cerradas para retener el oxígeno en Fénix y así alargar la vida de los más ricos. Y cuando las puertas se abran, llegar o no a las naves de salvamento se convertirá en una lucha a vida o muerte.
En este libro es cuando realmente se desarrollan los problemas, tanto para Los 100 en La Tierra, como para los residentes de la nave.
Los cien tienen sus primeros contactos con los terrícolas, aunque estos no son en su mayoría amistosos. Aún dudan de si los niveles de radiación son mortales, y que el número de supervivientes disminuya no es nada tranquilizador.
Por otra parte, en la nave ya se están tomando medidas drásticas. Las puertas a Walden y Arcadia han sido cerradas para retener el oxígeno en Fénix y así alargar la vida de los más ricos. Y cuando las puertas se abran, llegar o no a las naves de salvamento se convertirá en una lucha a vida o muerte.