Los 100: Día 21

Después del final de Los 100 no pude resistirme a comprar su segunda parte en cuanto lo vi en la librería. Sé que se han adaptado a una serie, pero yo no la he visto. De momento, los libros ya me tienen lo suficientemente enganchada.



En este libro es cuando realmente se desarrollan los problemas, tanto para Los 100 en La Tierra, como para los residentes de la nave.

Los cien tienen sus primeros contactos con los terrícolas, aunque estos no son en su mayoría amistosos. Aún dudan de si los niveles de radiación son mortales, y que el número de supervivientes disminuya no es nada tranquilizador.

Por otra parte, en la nave ya se están tomando medidas drásticas. Las puertas a Walden y Arcadia han sido cerradas para retener el oxígeno en Fénix y así alargar la vida de los más ricos. Y cuando las puertas se abran, llegar o no a las naves de salvamento se convertirá en una lucha a vida o muerte.



La historia se narra desde el punto de vista de diversos personajes, coincidiendo el cambio de narrador a cada capítulo. La mayor parte de la novela se desarrolla en La Tierra, con los cien, pues es donde está la mayoría de los protagonistas. No obstante, también hay partes de flashback en los que los protagonistas recuerdan escenas acontecidas en la nave, antes de marcharse.

Esta narración caleidoscópica nos da la oportunidad de saber mucho más tanto sobre la situación en general como sobre la situación personal de cada uno, pero también es un recurso para encender la intriga del lector. Si bien puede coincidir que varios capítulos se centren en una situación específica, hay muchas veces en que Kass prefiere cambiar el narrador drásticamente, dejándonos con la curiosidad de saber cómo terminará de desarrollarse la historia vivida por el narrador anterior. Por suerte, este recurso lo emplea sobre todo al final del libro y en contadas veces; por lo que consigue un final trepidante sin ser exasperante.

En cuanto a los personajes, ya se hizo la presentación de los mismos en el primer libro, por lo que en éste se centra más en las relaciones entre ellos. En vez de evolucionar sus personalidades, evolucionan los lazos que tienen: sus amistades, sus romances, sus rivalidades... En este sentido hay varios roces, pero que luego hacen que las piezas encajen mejor. Me ha gustado que a pesar de haber algo de drama exagerada, no se haya centrado solo en ella y se haya solucionado sin más tardanza, sin hacer una montaña de un grano de arena.

El final... creo que siempre me pasa lo mismo con estos libros. Son cortitos, pero es que además se leen en un santiamén. Ya son dos que me dejan con las ganas. En mi opinión, deberían ser más largos, porque te dejan con la trama a medio engullir.



Si bien en Los 100 los personajes y su propia evolución y problemas son los que ganan protagonismo; en Día 21 la trama se centra más en sus relaciones y cómo éstas evolucionan, no solo en el plano personal, sino como grupo en el que cada uno ha de cumplir su papel. Se enfrentarán a nuevos problemas y descubrirán que se necesitan los unos a los otros para afrontarlos, y que nadie es prescindible del todo.