Los 100: Homecoming

Ya en la entrada anterior —Los 100: Día 21— decía lo muy enganchada que me tiene esta saga —Los 100—. Son libros que, si bien no tienen la calidad literaria o novelística de otros muchos, tienen unos personajes y un argumento que te encienden la curiosidad a cada capítulo.

Tal es, que no he podido esperar a que lo publiquen en español, y lo he leído en inglés. No solo por eso, también porque me apetecía leer algo en inglés, para practicar y todo eso...


Ahora ya no son solo los cien contra los peligros de La Tierra, ahora ya han llegado los supervivientes de la colonia, aquellos que lograron entrar en un de las pocas cápsulas espaciales.

Y sin embargo, más que traer ayuda, parece que solo traen problemas. El vicecanciller Rhodes está decidido a mantener el sistema en vigor en la colonia, pero Well sabe que eso no es lo correcto, que las normas que mantenían la paz y el orden en el espacio no serán las que los mantengan vivos ahora. Todo eso sin olvidar que los peligros que ya de antes los acechaban, la facción de terrícola violenta, siguen estando presentes.



Por la sensación que me ha dejado al final, he de admitir que le hubiera dado cinco estrellas. Pero luego me acordé de las sensaciones del principio... La verdad es que me pareció algo lento. Acababa de leer la segunda parte, Los 100: Día 21, y tenía todos los detalles bastante frescos, así que los constantes recordatorios se me hicieron algo pesados. Nada que ver con cuando leí la segunda parte; hacía tiempo que había leído Los 100 y no me acordaba de los detalles, no obstante, no me los recordaron, así que sí pasé parte del libro estrujando mi memoria por rescatar esas escenas en blanco.

Me ha gustado que el argumento de este libro me hiciera reflexionar sobre los diferentes régimenes que se podrían instaurar si se empezara de cero. La verdad es que la intervención de Rhodes resulta muy importante para la trama, pues hace que esta se complique mucho más. No os voy a mentir diciendo que no ha habido momentos (muchos momentos) en que pensaba que la mejor solución era matarle —aunque fuera, que pareciera un accidente—. De hecho, creo que sigo pensando lo mismo.

También me ha hecho reflexionar sobre si los autores disfrutan al matar a un personaje querido... Lo peor es que pienso qué habría hecho yo, si salvarlo o no... y creo que, de hecho, no lo habría hecho, que lo hubiera dejado morir. Lo sé, soy cruel.

Una vez arranca el libro la verdad es que vas interesándote cada vez más por cada personaje. Incluso a los que no te llamaban mucho la atención en un principio acabas cogiéndoles cariño. Te preocupas por ellos. En ese sentido la autora hace un gran trabajo haciendo que te sientas identificada con ellos, y que de alguna forma, quieras protegerlos.

Este libro está lleno de acción. Los personajes empiezan a sufrir, a perder, a querer y amar de verdad. Por un lado todos los cimientos tiemblan, y por otro, ellos cada vez se afianzan más sobre los mismos. Diciéndolo así parece que no pasó nada en los dos libros anteriores, pero no es así. Supongo que es un proceso natural. Primero necesitan verse a ellos mismos en el nuevo entorno. Luego, adaptarse a él y conocer el nuevo yo de cada uno; pues las actitudes, las reacciones y el carácter muchas veces cambian según el ambiente. Y finalmente empezar un proceso en el que ya han comenzado a conocerse, y ahora tienen que saber qué pueden hacer para mejorar su situación, y llevar a cabo los cambios necesarios en el entorno.



Los 100 es una saga muy adictiva y emocionante. No tengo ni idea de si se seguirán publicando libros o si Homecoming es el último —espero que sea la primera opción—. Pero sea como sea, la saga me va gustando más a cada libro que leo. Los personajes se vuelven más cercanos, como un conocido que cuanto más tiempo pasas con él, más amigo se vuelve.