miércoles, 30 de abril de 2014

White Hot Kiss

Jennifer tiene un talento innato para hacer de sus novelas algo adictivo. Mientras las lees no puedes dejarlas, ni un momento, y al terminar sientes la necesidad de seguir leyendo, hacerte con el siguiente de la saga en seguida y mantener ese frenético ritmo de lectura.

Eso es lo que me ha pasado a mí con White Hot Kiss, esta historia sobre gárgolas y demonios enfrentados, pero que casualmente tienen algo en común que tiene que ver con Lyla, nuestra protagonista. Lyla es hija de un demonio y una gárgola y es por eso que siente como si no encajara en ningún sitio. Además están esos poderes que le impiden besar al chico que le gusta, porque si lo hace absorberá su alma. Entonces aparece Roth, un demonio que dice estar dispuesto a protegerla por encargo. Y hay otra cosa, los demonios no tienen alma.

Siento que ya voy conociendo cada vez más el estilo de la autora, que voy apreciando esos puntos comunes entre sus historias y su forma de narrarlas, y ciertamente, me gusta.

viernes, 25 de abril de 2014

Eleanor & Park

Eleanor & Park es una novela sobre el primer amor que te romperá el corazón.

Eleanor es una chica que no encaja, pero que tampoco hace ningún esfuerzo por encajar. Más aún, no quiere hacerlo, y según Park, es como si se esforzase por llamar la atención.
Park es un chico tímido, al que le gustan la música y los cómics. No es exactamente un marginado, pero no siente ningún interés por la popularidad.
Y otra cosa más, nuestros dos protagonistas tampoco son físicamente ordinarios. Eleanor es una chica pelirroja y algo regordeta, mientras que Park es medio coreano y algo bajito.
Estos dos jóvenes se conocerán durante los viajes en autobús que se verán obligados a compartir de camino a la escuela. Y ya saben, el roce hace el cariño.

Es curioso cómo a pesar de que hay muchas novelas que sustentarían su trama solo con esa idea, Rainbow ha entretejido una estructura mucho más compleja detrás de cada personaje. Porque no todo es lo que parece, y otras vez, es exactamente eso.

El estilo de esta autora me ha encantado. Su prosa es sencilla, directa y cercana. Emplea un vocabulario que no muchos escritores se atreven a usar, por ser coloquial o simple, que le aporta a su escritura mucha frescura y ligereza. Incluso en sus descripciones, que transmiten mucho sin necesidad de rebuscar en el diccionario.

Por otra parte, es una novela ambientada en la década de los ochenta, y he de admitir que ha habido muchas referencias que desconocía. Me refiero a canciones, grupos o cómics que comentaban entre ellos.

Sobresale sobre todo la interacción entre los personajes; los diálogos, las expresiones, los gestos... Se hacen cercanos y muy reales. Incluso los secundarios están bien definidos y su carácter choca con el de los demás. No verás dos personajes iguales.

Y en cuanto a la trama, engancha, no puedes dejar de leer. Además es una historia que en ningún momento pierde el ritmo o resulta discordante. Cada suceso toma su tiempo, sin pausa pero sin prisa, de una forma muy fluida.

He leído en reseñas, y me han comentado, que el final no les había gustado, que quedaba muy en el aire... A mí me ha parecido perfecto, ni bueno, ni malo, simplemente el ideal. Solo os digo que al terminar, tenía los sentimientos a flor de piel y el final me dejó con una sonrisa en la cara.

De verdad que es una novela que me ha encantado, y que aunque también me ha roto el corazón, me ha dejado con muy buen sabor de boca.

lunes, 14 de abril de 2014

Kandinskyren tradizioa

En esta novela Saizarbitoria nos presenta a una protagonista, que aunque ella diga lo contrario, más que romántica la describiría como ingenua; un chico que todas deberíamos evitar; y unas ilusiones que deberíamos perseguir.

La sinopsis de este libro tiene algo de engañoso. Nos promete un triángulo amoroso que realmente no se cumple, no del todo.

La historia comienza a causa de una tradición rusa que consiste en que las muchachas salgan en Nochevieja y pregunten al primer hombre que pase por su nombre, así conocerán el nombre de su futuro marido. Obsesionada con el hecho de que se cumplió con la mujer de su artista favorito, Kandinsky, Miren sale convencida de que también se cumplirá en su caso.
Así conoce a Aitor, que no solo tiene el nombre del chico con el que soñaba, sino que también adivina el suyo; lo que ella toma como una clara señal de que están hechos el uno para el otro.
Mientras, ella finge salir con otro chico de su invención, Manu, frente a sus amigas para evitar las burlas por el hecho de que sigue siendo virgen. Y a pesar de empezar a salir con Aitor, ella continúa con la farsa, dotando a su imaginario novio de todas las cualidades de las que Aitor carece.

Lo primero que he de decir es que de no ser por el último capítulo, habría terminado el libro completamente indignada. Por una parte entiendo que eso es lo que el autor busca, esa animadversión por el novio de la protagonista como lección de qué tipo de chico deberíamos evitar. Pero por otra parte me gustaría haber podido empatizar más con la protagonista, que me ha parecido muy poco inteligente casi desde el principio hasta el final.

Y en cuanto al último capítulo, si bien ha sido un final acorde con la filosofía de Miren, siendo realistas, habría que suprimirlo, porque es una situación algo ficticia.

Por lo demás tiene un ritmo bastante ágil. Es una narración en primera persona subjetiva y eso se nota en cuanto a las divagaciones de la prosa. En algún momento sí me ha chocado un poco el cambio de tema, aunque nunca haya sido demasiado precipitado. A veces algo innecesario, ideas que se repiten... etc. Por otra parte, algo normal en la mente de una adolescente.

Me ha gustado bastante la idea del novio imaginario, creaba un contraste con la realidad de su novio actual muy clara. Si bien al principio parece una niñería luego es una idea que va cogiendo fuerza, hasta un punto algo imprevisible... o no tanto.

El personaje de Aitor sufre una evolución contraria. Nos lo presentan como el típico chico misterioso y atractivo. Sin embargo, es cierto que es su caso el cambio es más repentino, y cuanto peor se vuelve más anhelas la visión de Manu.

Y por último, he echado en falta más personajes secundarios. Es cierto que no hace falta alargar el libro más de lo necesario, que se agradece, y más intervenciones lo hubieran alargado. Pero de esta manera Miren aparece algo aislada de su entorno.

No es que sea una mala novela, se nota a un autor con experiencia, pero los personajes no me han gustado, y eso se nota al hacer un balance final.

martes, 8 de abril de 2014

Susurros

Susurros se trata de la versión macabra del cuento tradicional escrito por Lewis Carrol y conocido por todos; en efecto, Alicia en el país de las maravillas.

De hecho Alyssa parece ser ni más ni menos que la tataratataranieta de aquella Alicia que cayó por primera vez en la madriguera del conejo. Pero al parecer hay una maldición que afecta a todas las mujeres descendientes. Eso obligará a Alyssa a volver al País de las Maravillas para salvar a su madre y cambiar su destino.

Durante esta aventura no estará sola. La acompañarán Jeb, su mejor amigo y amor inconfesable desde hace años; y Morfeo, un ser misterioso y mágico que conoció cuando era niña a través de sus sueños.


De buenas a primeras choca bastante el aire macabro que A. G. le ha conferido a la dulce historia que conocíamos. Las descripciones son muy buenas, creando un ambiente magnífico; incluso llegué a pasar miedo en ocasiones. Pero a medida que avanza la historia va perdiendo algo —que no todo, ni mucho menos— de ese morbo, por un lado porque ya no son necesarias esas descripciones en profundidad, y por otro; porque a medida que Alyssa va conociendo el País de las Profundidades (como realmente lo llaman) también va disminuyendo su temor hacia lo desconocido y empieza a ver las maravillas que oculta ese caos que lo caracteriza.

La trama que ha hilado la autora me ha parecido de lo más ingeniosa. Sin desvelarnos nada desde el principio, se va intuyendo hasta que por fin se descubre. Pero aún hay más, y la novela no se termina hasta el final.

Los personajes también han estado magníficamente caracterizados. En mi opinión, no ha sobrado la intervención de uno solo. Como protagonistas encontramos a Alyssa, una chica que irá descubriendo su naturaleza a lo largo de la historia; Jeb, su caballero andante que la protegerá en todo momento; y Morfeo, un alma libre, misteriosa, y algo caótica que no dejará de sorprendernos.
Lo cierto es que los protagonistas llegan a eclipsar a los secundarios, sobre todo porque es una novela narrada por Alyssa en primera persona, pero eso no impide que sigan siendo igual de originales.

No obstante, sí destacaría los ambientes y escenarios. Si bien hay libros en los que no tienen mucha importancia, en Susurros llegan a cobrar vida y trasladarte a ellos.

Al final, Susurros ha sido una novela que me ha encantado y atrapado en su extraordinario a la par que tenebroso País de las Maravillas.

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