Nosotros creamos nuestra realidad, una realidad existente. ¿Quién dijo que los amigos imaginarios, por muy imaginarios que fueran, no existiesen?
Una novela dulce, infantil, valiente. Toda ella desborda esas tres cualidades.
Desde la inocencia de la narración, al ingenio que desprende. Incluso la evolución que todo niño necesita para desprenderse de un amigo imaginario, para dejar de ser su amigo imaginativo.
Protagonistas que se meten bajo tu piel, una historia que no te suelta y un final que casi me hace llorar. Matthew es un genio.
Memorias de un Amigo Imaginario me ha tocado el corazón.
Me gusto mucho tu reseña y el libro lo leí, me parecio genial. Saludos, Sebastian
ResponderEliminarGracias por leer y comentar ^^.
EliminarBesos desde http://lecturasilenciosas.blogspot.com