He leído este libro para el Club de Lectura, pero además se ha convertido en uno de los clásicos de este verano 2014. Al principio me resultó muy pesado, y no veía ni punto de comparación con Orgullo y Prejuicio, que me gustó mucho más desde el principio; pero al final, me ha gustado, y mucho, me ha dejado con una muy buena sensación.
Emma es una joven que está decidida a no casarse, porque no quiere dejar a su padre nunca. Pero, sin embargo, le complace hacer de casamentera con los demás. Durante el año en el que se desarrolla la historia nuevos personajes aparecerán en la vida de Emma, y pese a sus intentos de arreglar las vidas de todos, nada ocurrirá como ella esperaba.
Como decía antes, el comienzo se me hizo pesadísimo. No soportaba a Emma, su forma de pensar o lo que ocurría a su alrededor. La conversaciones eran agotadoras, para mí se explayaban más de lo necesario, estiraban el hilo hasta la infinidad. Algunas veces pasaba de página y veía que aún trataban el mismo tema; no podía más que exasperarme, resignarme y continuar con la lectura.
En realidad, lo único que aporta interés a la lectura es la propia trama, los hechos que acontecen y tu curiosidad por saber cómo se desarrollan. Además, tal y como sucedía en aquella época, los acontecimientos se toman su tiempo. Era normal esperar meses por una visita y días por un viaje, aunque a nosotros se nos hace extraño.
Pero ya acercándose al final, hay un giro argumental de ciento ochenta grados que te mantiene enganchada a la lectura hasta que la terminas. Y el final es inmejorable; ni cabos sueltos, ni temas pendientes, todo sucede como debe ser y todas las piezas acaban encajando.
En cuanto a la prosa, a pesar de ser una narración en tercera persona, es muy subjetiva a Emma. Exceptuando algunas reflexiones del Sr. Knightley, todo lo que ocurre es transmitido desde el punto de vista de la protagonista que da nombre a la novela.
Si hubiera escrito esta reseña hace unos días, mientras la leía, hubiera sido muy diferente. Pero ese final lo ha cambiado todo. Por eso, si dejasteis o pensáis en dejar este libro a medias, os pido que lo terminéis y que le deis otra oportunidad; probablemente os sorprenda.
Emma es una joven que está decidida a no casarse, porque no quiere dejar a su padre nunca. Pero, sin embargo, le complace hacer de casamentera con los demás. Durante el año en el que se desarrolla la historia nuevos personajes aparecerán en la vida de Emma, y pese a sus intentos de arreglar las vidas de todos, nada ocurrirá como ella esperaba.
Como decía antes, el comienzo se me hizo pesadísimo. No soportaba a Emma, su forma de pensar o lo que ocurría a su alrededor. La conversaciones eran agotadoras, para mí se explayaban más de lo necesario, estiraban el hilo hasta la infinidad. Algunas veces pasaba de página y veía que aún trataban el mismo tema; no podía más que exasperarme, resignarme y continuar con la lectura.
En realidad, lo único que aporta interés a la lectura es la propia trama, los hechos que acontecen y tu curiosidad por saber cómo se desarrollan. Además, tal y como sucedía en aquella época, los acontecimientos se toman su tiempo. Era normal esperar meses por una visita y días por un viaje, aunque a nosotros se nos hace extraño.
Pero ya acercándose al final, hay un giro argumental de ciento ochenta grados que te mantiene enganchada a la lectura hasta que la terminas. Y el final es inmejorable; ni cabos sueltos, ni temas pendientes, todo sucede como debe ser y todas las piezas acaban encajando.
En cuanto a la prosa, a pesar de ser una narración en tercera persona, es muy subjetiva a Emma. Exceptuando algunas reflexiones del Sr. Knightley, todo lo que ocurre es transmitido desde el punto de vista de la protagonista que da nombre a la novela.
Si hubiera escrito esta reseña hace unos días, mientras la leía, hubiera sido muy diferente. Pero ese final lo ha cambiado todo. Por eso, si dejasteis o pensáis en dejar este libro a medias, os pido que lo terminéis y que le deis otra oportunidad; probablemente os sorprenda.
ADORO ESTE LIBRO!
ResponderEliminarPrecisamente a eso me refería, jajajaja ;).
EliminarMuchos, muchos besos, Lu ♥.
¡Hola!
ResponderEliminarTe he nominado al premio best blog, pásate para verlo.
http://laspalabrasdemikel.blogspot.com.es/2014/08/premio-best-blog-x2.html
Muchas gracias, Mikel :3. Ahora mismo me paso ^^.
EliminarMuchos besos ♥.
Hola!!
ResponderEliminarPues a mi me pasó así y la verdad lo admito, no lo terminé, no pude, se volvió de esos libros que al final no puedo darle otra oportunidad más que el intento, una lástima. Pero me alegro que a ti te haya gustado. Saludos linda y que estés super =D
Ojalá lo hubieras terminado, seguro que no te hubiera desagradado tanto :(.
EliminarMuchos besos, Cotito ♥.
Bien! No soy la única a la que el principio se le hizo pesado. La diferencia entre tú y yo es que yo abandoné la lectura y tu seguiste con ella... A lo mejor dentro de un tiempo vuelvo a cogerlo, pero probablemente no será pronto.
ResponderEliminarBesitos!!
Joana
Espero que si lo retomas esta vez lo termines y te quede una mejor sensación de él :3.
EliminarMuchos besos, Joana ♥.
Le tengo un cariño inmenso a Emma, porque fue el libro con el que retomé la lectura de Jane Austen (había leído Orgullo y Prejuicio y no me habían convencido los personajes. Luego lo releí y me enamoré, pero en ese momento no estaba muy convencida xD) y gracias a ella descubrí el resto de las obras de la autora. A mi la verdad es que también se me hizo un poco pesado al principio, pero luego me enganché y ya no paré.
ResponderEliminar¡Un beso!
Me alegra leer que hay alguien a quien le pasó lo mismo que a mí y lo terminó ^^.
EliminarMuchos besos, Isa ♥.
Me encantó este libro cuando lo leí, pero debo reconocer que solo le di la oportunidad al principio por su título jajaja. Eso sí, disfruté muchísimo el final.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¿Por el título? Jajajaja, pues tampoco es que sea precisamente inspirador ;).
EliminarMuchos besos, N ♥.