No esperaba más de este libro, pero tampoco menos. Lo escogí de entre los propuestos en clase por su argumento, porque estoy cansada de que siempre nos hagan leer libros sobre misterios, violencia de género, homosexualidad y asesinatos.
Cuando Txema descubre el disquete en que Eider había guardado los archivos de su bitácora, la narración del viaje que hizo a Irlanda durante el verano pasado; no puede evitar que la curiosidad le pueda. Eider murió unos meses atrás, y él no puede dejar de sufrir por su recuerdo, que lo atormenta. El problema es que los archivos están protegidos por contraseña, y la clave está en los albergues en que Eider durmió en cada una de las ciudades Irlandesas que visitó, o en el nombre del dueño del mismo… Por eso es que Txema decide realizar el mismo viaje que su novia unos meses antes, y asimismo, enterrar su recuerdo para siempre.
La historia se divide en diferentes capítulos cuyos títulos se refieren a las ciudades en que Eider estuvo. De esta manera, a medida que Txema visita las ciudades podemos ir sabiendo a su par lo que Eider escribió en su bitácora durante la estancia. Además, al final de cada capítulo hay también un breve relato que, metafóricamente, hace referencia al capítulo anterior, o al siguiente. Que, de alguna manera, funciona como nexo entre ambas partes.
La historia en sí es bastante elaborada y compleja. Y lo cierto es que con este método consigue desarrollarla en un orden bastante cronológico, teniendo en cuenta que ha pasado casi un año de una historia a otra, de la de Eider a la de Txema. De todas formas, ha habido cosas que no han terminado de cuajar.
Primero me gustaría hablar de la trama. La historia está muy bien; pero, sinceramente, creo que era el tipo de argumento con que podrías mantener al lector completamente enganchado al libro, y Julen no lo ha conseguido. Me ha parecido un ritmo bastante pausado, incluso cuando se ponía interesante, la trama volvía a decaer, dejando al lector en el mismo punto que antes.
Los relatos entre capítulo y capítulo… tampoco me han parecido necesarios, pero no han estado mal del todo. Ha habido alguno que me ha llegado más hondo que la propia historia. Aunque tampoco creo que se trate de eso.
En cuanto a los personajes, la protagonista me ha parecido sin duda Eider. Es con quien más he conectado, sobre todo porque podemos saber sus pensamientos y acciones de primera mano gracias a su bitácora. Pero Txema… hay momentos en que puedes llegar a sentir pena hacia él, pero poco más. Es un chico que lo ha dado siempre todo por sentado, y que no puede aceptar una verdad hiriente. Además, tiene un serio problema con olvidar.
Por cierto, que es un tema que se trata bastante a lo largo de la novela, y que al final adquiere una importancia significante. Txema está empeñado en olvidar a Eider, incluso llega a hacerse una lista de lo que debería hacer para lograrlo. A mí me parece bastante ridículo, porque al fin y al cabo, no se trata de olvidar a los que han muerto; sino de superar el dolor que te trae su recuerdo. Para mí le ha faltado esa conclusión al libro. El decir, podemos superar la pérdida de un ser querido, y más aún lo que haya podido hacer o hacernos antes de morir. Y es por eso que el personaje de Txema no me ha gustado. Eider me ha parecido mucho más fuerte que él en carácter, a pesar de que su historia tampoco es el mejor ejemplo de fortaleza y virtud.
La verdad es que tengo sentimientos encontrados con esta novela. Por una parte ha sido mejor de lo que esperaba, y por otra, peor. No esperaba que el argumento realmente me pudiera interesar, y sin embargo he empatizado muy bien con la historia de Eider. No obstante, la trama no me ha acabado de convencer, pues su ritmo no acababa de engancharme.
Cuando Txema descubre el disquete en que Eider había guardado los archivos de su bitácora, la narración del viaje que hizo a Irlanda durante el verano pasado; no puede evitar que la curiosidad le pueda. Eider murió unos meses atrás, y él no puede dejar de sufrir por su recuerdo, que lo atormenta. El problema es que los archivos están protegidos por contraseña, y la clave está en los albergues en que Eider durmió en cada una de las ciudades Irlandesas que visitó, o en el nombre del dueño del mismo… Por eso es que Txema decide realizar el mismo viaje que su novia unos meses antes, y asimismo, enterrar su recuerdo para siempre.
La historia se divide en diferentes capítulos cuyos títulos se refieren a las ciudades en que Eider estuvo. De esta manera, a medida que Txema visita las ciudades podemos ir sabiendo a su par lo que Eider escribió en su bitácora durante la estancia. Además, al final de cada capítulo hay también un breve relato que, metafóricamente, hace referencia al capítulo anterior, o al siguiente. Que, de alguna manera, funciona como nexo entre ambas partes.
La historia en sí es bastante elaborada y compleja. Y lo cierto es que con este método consigue desarrollarla en un orden bastante cronológico, teniendo en cuenta que ha pasado casi un año de una historia a otra, de la de Eider a la de Txema. De todas formas, ha habido cosas que no han terminado de cuajar.
Primero me gustaría hablar de la trama. La historia está muy bien; pero, sinceramente, creo que era el tipo de argumento con que podrías mantener al lector completamente enganchado al libro, y Julen no lo ha conseguido. Me ha parecido un ritmo bastante pausado, incluso cuando se ponía interesante, la trama volvía a decaer, dejando al lector en el mismo punto que antes.
Los relatos entre capítulo y capítulo… tampoco me han parecido necesarios, pero no han estado mal del todo. Ha habido alguno que me ha llegado más hondo que la propia historia. Aunque tampoco creo que se trate de eso.
En cuanto a los personajes, la protagonista me ha parecido sin duda Eider. Es con quien más he conectado, sobre todo porque podemos saber sus pensamientos y acciones de primera mano gracias a su bitácora. Pero Txema… hay momentos en que puedes llegar a sentir pena hacia él, pero poco más. Es un chico que lo ha dado siempre todo por sentado, y que no puede aceptar una verdad hiriente. Además, tiene un serio problema con olvidar.
Por cierto, que es un tema que se trata bastante a lo largo de la novela, y que al final adquiere una importancia significante. Txema está empeñado en olvidar a Eider, incluso llega a hacerse una lista de lo que debería hacer para lograrlo. A mí me parece bastante ridículo, porque al fin y al cabo, no se trata de olvidar a los que han muerto; sino de superar el dolor que te trae su recuerdo. Para mí le ha faltado esa conclusión al libro. El decir, podemos superar la pérdida de un ser querido, y más aún lo que haya podido hacer o hacernos antes de morir. Y es por eso que el personaje de Txema no me ha gustado. Eider me ha parecido mucho más fuerte que él en carácter, a pesar de que su historia tampoco es el mejor ejemplo de fortaleza y virtud.
La verdad es que tengo sentimientos encontrados con esta novela. Por una parte ha sido mejor de lo que esperaba, y por otra, peor. No esperaba que el argumento realmente me pudiera interesar, y sin embargo he empatizado muy bien con la historia de Eider. No obstante, la trama no me ha acabado de convencer, pues su ritmo no acababa de engancharme.
Hola linda!
ResponderEliminarPues la verdad es que me ha llamado un montón y hay que darte puntos porque lo has dejado muy bien como recomendación para futuras lecturas xD. Una excelente reseña como siempre.
Saludos y que estés super =D
Vaya, muchas gracias, jajajaja ^^.
EliminarEspero que puedas leerlo :3.
Muchos besos, Cotito ♥.