La saga de Scott Westerfeld es una de esas que te intrigan desde el principio. Por que nunca se te había ocurrido nada así, por que nunca habías pensado que podrías leer algo como eso.
El personaje que más me ha gustado ha sido David, que además de tener el nombre más "extraño" de la historia, es el más perfectamente imperfecto.
No hay demasiada excitación durante la lectura. No es de esas novelas que te sorprenden a cada hoja. Pero es una saga realmente fantástica.
La trama empieza a tomar más vida a partir de la segunda parte, El Humo. Sobre todo porque conoce a David y empieza a darse cuenta de las mentiras de la sociedad en la que vive.
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