He de admitir que es un título un tanto extraño para el género del que se trata. Pero al mismo tiempo, muy acertado. Evoca algo así como un sueño. Imágenes de atardecer, en las que una figura imperante aguarda, atento; y te guarda de caer por el precipicio.
En este libro Holden desea ser esa figura. Lo que no queda muy claro es por qué, o cómo. Lo que cuenta la novela es el desarrollo de los días que Holden pasa en Nueva York solo, tratando de evadirse de sus problemas e inquietudes existenciales. Pero lo cierto es que no son las acciones quienes sostienen el argumento, sino la visión del mundo del protagonista, sus reflexiones y pensamientos. Pues Holden es un personaje muy especial, muy auténtico, y que tiene mucho que decir.
En este libro Holden desea ser esa figura. Lo que no queda muy claro es por qué, o cómo. Lo que cuenta la novela es el desarrollo de los días que Holden pasa en Nueva York solo, tratando de evadirse de sus problemas e inquietudes existenciales. Pero lo cierto es que no son las acciones quienes sostienen el argumento, sino la visión del mundo del protagonista, sus reflexiones y pensamientos. Pues Holden es un personaje muy especial, muy auténtico, y que tiene mucho que decir.